Buenas noches; siento este retraso tan largo pero
últimamente he tenido muchos altibajos en mi vida y mucho movimiento, más para
bien que para mal, gracias a Dios.
Y una de las cosas que he aprendido es que la generosidad
es buena, pero para que sea buena de verdad ha de ser inteligente. La clave
está en gestionar tu generosidad. En un artículo del periódico español "El
País" sobre psicología, se trataba la dinámica de dar más de lo que
recibes y las clasificaciones del autor Adam Grant según como las personas nos
relacionamos con nuestro entorno a la hora de llevar a cabo estos
intercambios.
¿Quién alcanza el éxito? El que da, el que es generoso...
Pero los donantes no siempre son generosos del mismo modo, pues incluso se
propone una subclasificación dentro de este tipo de gente (cito del artículo):
"Donantes estrella. Son aquellas personas con criterio para gestionar su
generosidad de forma inteligente. Saben cuándo dar, con quién, cómo y a cambio
de qué. Pertenecen a esta categoría los inversores que apuestan por
una start-up y ven multiplicados sus ingresos, los que cultivan
relaciones que les reportan contactos beneficiosos, o los que realizan
donaciones a cambio de prestigio social para ellos o para su marca."
"Felpudos. Este término acuñado por Grant define a los que dan
indiscriminadamente, de manera que su actitud se toma como una enfermedad, algo
que necesitan hacer para sentirse bien. Su entorno se acostumbra a la
generosidad permanente hasta el punto de que sus donaciones dejan de ser
valoradas. Al contrario, si un día no dan algo, entonces son señalados como seres
crueles e injustos. El apelativo “felpudo” encaja bien en este perfil, ya que
al final todo el mundo les pisa."
Y es que ser generoso, no implica dar y dar hasta quedarnos
sin nada, porque nosotros mismos al fin y al cabo somos lo más importante; y si
nosotros no nos cuidamos ni nos preocupamos por nosotros ¿Quién demonios lo va
a hacer? Hay que ser generosos, pero más importante, ser generosos con quien lo
merece, invertir en lo que sabemos que nos da algo bueno y no en aquello que
nos frena o hace infelices.
Hay que saber dar, pero más importante es saber dar bien.
Aquí dejo el artículo para que le echen un vistazo si quieren y profundicen más en el tema:
Un Saludo y buena semana,
Rata Sniffy
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