martes, 10 de noviembre de 2015

Oculus Rift: de los videojuegos a la salud mental

Hola a todos. Por fin después de tres meses he conseguido inspirarme y tomé la decisión de quitarle las telarañas y el polvo actualizar este blog con un tema que me interesa bastante y creo que a muchos también.

La tecnología está avanzando muchísimo y cada vez más frecuentemente aparecen productos tecnológicos dirigidos a la realidad virtual y a intentar imitar de manera realista lo que vemos, dándonos una experiencia realista. Esto se ha aplicado en el mundo de los videojuegos, especialmente de la mano de un reciente aparato llamado Oculus Rift.

Oculus Rift es un sistema de realidad virtual que consigue que te metas completamente en los mundos virtuales, logrando que casi parezca que estés allí realmente. La cuestión es ¿a qué viene lo de la salud mental en el título? Pues viene a que, en muchas terapias, se contempla la posibilidad de incluirlo como variable de las terapias como la desensibilización sistemática (DS) o la exposición en imaginación o en vivo.

Normalmente en el tratamiento de las fobias se precisa realizar terapias de exposición o DS según el caso y la disposición del paciente. Sin embargo en la mayoría de las ocasiones se precisa combinar la terapia en imaginación y en vivo, dado que el paciente no es capaz de buenas a primeras, de exponerse a los estímulos fóbicos que le provocan malestar.

Es por ello que el avance en la realidad virtual con este invento, podría suponer una revolución en este tipo de terapias como primer acercamiento a los estímulos fóbicos antes de la presentación en vivo (siempre adaptándolo a cada persona y a cada caso en concreto). Sería ideal que la realidad virtual en los videojuegos y la salud mental se unieran y trabajaran juntos para mejorar las terapias y adaptarlas al avance tecnológico que se está produciendo.



Dejo aquí un vídeo bastante interesante sobre como funciona el aparato en cuestión con otros utensilios añadidos que hacen la experiencia más realista. Al menos a la chica se lo parece...

Un saludo y gracias por leer,

Rata Sniffy


viernes, 31 de julio de 2015

"A mi manera..."

Hola otro mes más. Es increíble, pero cada vez me cuesta escribir más.

De todas formas hace poco tuve un curioso sueño. No recuerdo absolutamente nada de lo que pasaba en el a excepción de que se podía escuchar una canción de fondo claramente identificable: "My way" de Frank Sinatra.

Esta, para mí, es una de las canciones que mejor describe como debería sentirse uno al final del camino, justo antes de fallecer, de desvanecerse, de perder sus recuerdos y saber quién fue...

La vida está llena de sucesos negativos y positivos, y todo ello conforma una historia llena de aprendizajes, unos más amargos u otros más dulces, que nos hacen ser quienes somos al final del todo. Los errores son el pan nuestro de cada día; los arrepentimientos son los perdones que dijimos en lugar de los permisos que pedimos; las lágrimas son la lluvia de la tristeza y las sonrisas el sol de la alegría. Las nieblas de la confusión, las nevadas de la soledad, las tormentas de la culpa... y nosotros estamos, muchas veces, solos ante estos temporales.

Pero los malos y los buenos momentos son aquello que nos moldea y nos construye hasta crear nuestro particular David de Miguel Ángel, que a pesar de todos los rasguños, marcas o heridas de su cuerpo o de su alma, es único.

Así que como diría Frankie: viaja por todas y cada una de las carreteras, haz lo que tengas que hacer, planea todo cuidadosamente, ríe, llora, ama, mantente firme a pesar de morder más de lo que puedas masticar, arrepiéntete pero no demasiado como para que sea mencionado...

Pero sobre todas estas cosas, y pase lo que pase, hazlo a tu manera porque esa será la única forma de estar feliz, pleno y satisfecho con uno mismo al final del todo, cuando se cierre el último telón.



jueves, 4 de junio de 2015

La superioridad moral

Hola un mes más y disculpen el retraso, pero los exámenes y los nervios me impiden concentrarme y tener tiempo para reflexionar sobre algo y ponerlo aquí para ustedes. Gracias a Dios, ahora tengo un pequeño respiro y vuelvo a mi rinconcito. 

Es normal que, cuando somos pequeños, nos enseñen lo que está bien y lo que está mal y vayamos aprendiendo que ciertos comportamientos agradan más que otros a la gente que nos rodea. Pero cuando somos mayores y empezamos a comprender y a entender mejor aquello a nuestro alrededor, nuestros valores y creencias van cambiando acorde con lo que consideramos correcto, manteniendo siempre unos valores base que compartimos los que formamos parte de una sociedad. 

Pero... ¿Lo que yo considero que está bien o está mal es igual para el resto del mundo? Pues NO. No todos percibimos el mundo de la misma forma: si ya no percibimos igual los colores, imagínate ésto. No existe la superioridad moral a mi parecer, simplemente hay personas que creen que sus creencias o valores son mejores que los del resto. Yo no digo que sea mejor o peor, es DIFERENTE porque tu percepción de la realidad es distinta a la mía y esto puede ayudarnos a ser más tolerantes con los demás y sus ideas. 

Sin embargo, a veces sucede que las personas sí creen en esa supuesta superioridad, acompañado ello con el derecho de faltarle al respeto hasta a su santa madre si les parece, como sucede mucho en extremistas y radicales. Y es aquí cuando llegan los problemas: se produce la intolerancia hacia las creencias ajenas en pos de beneficiar a la propia. Se empieza a generar una espiral de conflictos que no tendrían por qué suceder pero lo hacen y todo por no ser tolerantes con las creencias del resto del mundo.





Un musulmán no es mejor o peor que un judío, es diferente; un omnívoro no es mejor o peor que un vegetariano, es diferente; yo no soy mejor o peor que tú, soy diferente; en el momento en el que cualquiera de nosotros ejerza la supuesta superioridad moral a través de la vejación del otro, se acabó. 

Intento respetar las creencias ajenas siempre y cuando no supongan un atentado contra la integridad física, psíquica y moral de cualquier persona. Lo más importante es aceptar la gran diversidad de puntos de vista posibles y discutirlos, si procede, en un ambiente de aceptación, tolerancia y respeto al prójimo. 


Un saludo y buena semana,

Rata Sniffy.

lunes, 27 de abril de 2015

Las comparaciones son odiosas

Hola a todos. Otro mes más con otro pequeño texto que surgió a raíz de recordar una de las cartas del Tarot Osho Zen que más me llamó la atención: la carta de la comparación

Normalmente, todas las personas tendemos a compararnos con otros que son (o consideramos) mejores y con otros que son (o consideramos) peores que nosotros, un poco para compensar y mantener el equilibrio de nuestra autoestima y nuestro autoconcepto.

Pero es un defecto terrible del ser humano esta costumbre. Y no sólo es terrible, sino que es total y absolutamente ABSURDO. ¿Por qué puñetas quieres compararte con alguien que no se parece absolutamente en nada a ti? Y aunque se pareciera ¿Es exactamente igual? NO. 

Si no hay dos personas genéticamente idénticas, mucho menos habrá dos personas iguales; por lo tanto compararse es una pérdida de tiempo y de autoestima que no nos deberíamos permitir. Siempre habrá alguien mejor que tú en algo, de la misma forma que también habrá alguien peor que tú en algo. Deberíamos reconducir esa energía que usamos para compararnos en intentar descubrir y potenciar nuestras buenas cualidades y mejorar única y exclusivamente para superarnos a nosotros mismos. La comparación con uno mismo en pos del cambio y la superación son la clave. 

Pero ahora veamos esto de la mano de la carta citada al principio de esta entrada. La carta de la comparación nos deja ver una caña de bambú al lado de un robusto roble. Curiosamente, a la caña no le interesa ni le preocupa ser tan robusta y gruesa como el bambú; ni al roble le interesa ni le preocupa ser tan delgado y flexible como lo es la caña. No pierden el tiempo comparándose, porque nunca podrían ser lo que es el otro y son felices siendo quienes son, porque tienen cualidades que les hacen únicos. 



Por tanto, en lugar de compararnos para saber si somos mejores que los demás, preguntémonos si de verdad estamos dando lo mejor de nosotros mismos y llevando al máximo nivel nuestro potencial, descubriéndonos así a nosotros mismos. 

Un saludo,

Rata Sniffy

domingo, 15 de marzo de 2015

De "psicólogo" a "sicólogo" o de la mente a los higos.

Hola otro mes más (y como es costumbre, sin  actualizar el mes de febrero, ya arrancamos mal el 2015). 

Pero es que este mes traigo algo curioso e inusual, dado que los temas relacionados con la lengua española no me resultan atractivos... Aunque este me ha sorprendido, y no gratamente. Al parecer una vez más, la Real Academia Española de la lengua nos sorprende con uno de sus nuevos cambios que no dejan indiferente a nadie (y menos al gremio de psicólogos, psiquiatras u otros profesionales de la salud mental).

Todo esto empezó por mi asombro al ver que en el telediario entrevistaron brevemente a una psicóloga por una noticia, de la cual no recuerdo el tema. Sí recuerdo haber leído "SICÓLOGA" y haber alucinado y quise pensar que se trataba de una errata (que no se debería cometer pero un error lo tiene cualquiera). Poco después en la misma noticia, la periodista dijo "transtorno" y a partir de ahí, por mi bien, decidí dejar de escuchar. 

Pero tras saber que la RAE hace un tiempo había aceptado palabras como "toballa", "almóndiga" o "cocreta", me atrevía a creer que la palabra sicología y sus derivados pudo haber sido aceptada (para el dolor de mis ojos). Y así fue: la palabra sicólogo aparece en la RAE como otra forma de la palabra psicólogo. 

Hola, soy la RAE y me acabo de pasar por el forro de los cojones la etimología griega de la palabra psicología. Porque sí, porque molo. 

Eso fue lo que se me pasó por la cabeza la primera vez que lo vi. Y desde luego esto no me parece para nada correcto. La palabra psicología responde a una etimología griega muy concreta y hermosa como es el "tratado del alma" o "el conocimiento de la mente" y que ahora simplemente se reduce a escribirla como la pronunciamos, a pesar del la diferencia que marca la letra inicial p. Ahora al parecer, la palabra sicología toma una etimología diferente (sykon - higo y  logía - estudio o conocimiento). No seremos grandes psicólogos, pero podremos plantar y comer higos con total criterio y conocimiento. 

Me gustaría saber qué opináis, qué os parece esta nueva decisión y si os mostráis a favor, en contra u os da exactamente igual. Yo creo que he dejado claro mi postura al respecto, pero si no dejo esta imagen que seguro despejará toda duda. 






Un saludo y gracias por leer,

El Kibapollito.

domingo, 11 de enero de 2015

Feliz 2015: cartas para el nuevo año

Hola a todos. Feliz año nuevo (aunque quizás ya con un poco de retraso, pero nunca es tarde si la dicha es buena).

Este año espero que sea mucho mejor que el anterior (intentaré esforzarme al máximo). Pero sobre todo espero que sea un año de encontrarse a uno mismo y por ello quiero compartir con vosotros las cartas que este año llevaré siempre en mente. Y como no, me refiero a las cartas del Tarot.

En este caso quiero hablaros de dos cartas, dos arcanos que son completamente opuestos pero que se necesitan el uno al otro, de una forma u otra.

La primera de las cartas es la Luna. Incluso en las noches más oscuras, ella está ahí, alumbrando (más o menos según su forma, o incluso nada en las noches de luna nueva). Nos da la luz, y nos hace ver las cosas tal y como son, y los gatos dejan de ser pardos por un instante. Lo bueno es bueno y lo malo es malo. No existen las proyecciones ni las percepciones subjetivas: lo que es y ves es lo que hay. Por eso espero (o al menos en las mías) que esta bella mujer de ropajes plateados sea quien de arrancarme el pañuelo que no me permita ver la verdad en mis noches.




La siguiente carta es el Sol. Y es que incluso después de las noches más oscuras, más frías, más tristes... El astro rey sale a dar la bienvenida a un nuevo mañana. Un nuevo día de oportunidades aguarda y no precisamente para que te quedes sentado y mirando. El Sol invita a la alegría, a la celebración y al optimismo. Así que yo me uno al festín, como no podía ser de otra forma.


Para terminar, una canción del maestro Serrat que espero os acompañe, al menos a mí (junto con estas dos cartas) será mi compañera de viaje. La canción se titula "Hoy puede ser un gran día".




Un saludo.

El Kibapollito