lunes, 15 de febrero de 2010

San Valentín...

Ayer fue el día de San Valentín oish pero que bonito (puaj!!!) excepto para las tiendas o restaurantes: los días antes las reservas y las compras son masivas. Las parejas se quieren y el amor fluye como el agua de un río…pero incluso para mi es demasiado amor xD. Y lo mejor de todo fue cuando me encontré ese cereal con forma de corazón (si si, como lo leéis) en la mañana del día de San Valentín; en ese punto llegué a la conclusión de que San Valentín me perseguía, que no me basta solo con que me recuerde lo sola que estoy y que además es la única época del año en la que venden rosas de gominola (que me quede sin ellas pero me compre una rosa falsa que esa durará mucho tiempo ^^).



Supongo que hay cosas que llegan cuando menos lo esperas y que si esperas sentado vendrán a ti y que si vas a por ellas no aparecerán ¡PERO CONCHO, YO SI ME QUEDO A ESPERARLAS TAMPOCO APARECEN!...ains…es en estos momentos en los que quieres mandarlo todo a tomar por saco y te culpas a ti mismo de todo lo que te pasa por ser tan impaciente y estúpida, pero en fin, hay que tomárselo con calma.

Aparte de eso, las cosas van bien, supongo que no puedo quejarme y bueno… ¿en los estudios siempre se puede mejorar no? ^^U , pero sigo deseosa de largarme a Santiago a estudiar psicología, estoy segura de que me gustaría mucho.

Carnaval, carnaval xD una época del año en la que puedes ser lo que desees por unos días y por supuesto un descanso bien merecido ^^. Este año me he disfrazado de…mujer del siglo XVII. La verdad es que cuando me lo puse dije: ¡Dios mío, parezco una tabernera! (de ahí salió una coña que algunos ya sabrán… ¿Cuántas cervezas quiere? xD).

Aquí les dejo damas y caballeros con esta pequeña reflexión sobre el odioso y empalagoso día de San Valentín. Abrazos y besos de una gentil tabernera para quien los desee y recuerden: el kibapollito…les…quiere….


La felicidad es una recompensa que llega a quien no la busca


Si se ama una cosa y se la ve con los ojos del corazón, se olvidará su fealdad

Sólo se consume el que no ama, pero quien ama da hasta los huesos a los demás