Buenos días. Aquí estamos otro mes más con un artículo bastante interesante. A pesar de mi gusto por la ciencia, tengo que decir que me llama mucho más la atención aquello que no se puede medir por las matemáticas ni de forma tan exacta o numérica, sino que va más allá...
Como psicólogo, una persona debe (o es deseable) haber adquirido una serie de competencias en la aplicación de una serie de pruebas con objeto de la medición de determinados comportamientos o de rasgos de personalidad, etc... Sin embargo dentro de estas técnicas, además de los test psicométricos, se encuentran lo que a mi me asombra que son las técnicas proyectivas (como el famoso Test de Rorschach que se compone de un número concreto de láminas similares a la que veis en la imagen, incluyendo algunas a color).
Estas técnicas no sólo consiguen una descripción global de toda la personalidad del sujeto sino que recogen aspectos propios del inconsciente del mismo.
En este caso voy a mostraros algo que quizás podría estar muy relacionado con esto e incluso me aventuro a decir que podría ser una forma de evaluar algún aspecto del sujeto como se ve en el artículo que os pondré a continuación que lleva el mismo título que la actualización.
Tras ver el vídeo y leer el pequeño artículo, creo que a todos o al menos a la mayoría nos genera una sensación de curiosidad al pensar que es posible que quizás de alguna forma inconsciente y a través de algo tan bello y cotidiano como es la pintura y el arte, algunas personas que quizás por las razones que sean no ven la realidad de la misma forma que nosotros, puedan contarnos como es o como ven el mundo con sus ojos a través de formas y colores variados...
Todo está por ver, pero quién sabe si esto podría algún día convertirse en una técnica proyectiva...
Un saludo,
El Kibapollito
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